lunes, 30 de abril de 2012

HOMENAJE A LA PRESTIGIOSA PERIODISTA DE ESPECTÁCULOS: LA "TÍA VALENTINA"


A un año de su partida, el recuerdo a la "Tía Valentina", prestigiosa periodista de espectáculos, quien marcó un estilo propio basado: "en la manera de contar: sin golpes bajos, sin invadir la privacidad del otro, sin lastimar, informando, con un tono coloquial, como de vecina".


Valentina Gestro de Pozzo nació en la ciudad de Buenos Aires el 9 de enero de 1914. Conocida públicamente como la “Tía Valentina”, fue una prestigiosa periodista de espectáculos argentina.
En 1933, con apenas 19 años, inició su carrera artística en el periodismo gráfico, redactando notas sociales y costumbristas. Luego se desempeñó en la radio, pero fue en el medio televisivo donde adquirió popularidad desde la década de 1950. Ahí, compartió ciclos con Emilio Ariño -quien le diseñó su apelativo- y Víctor Sueyro, fue columnista en el exitoso programa gastronómico Buenas tardes, mucho gusto, transmitido durante una gran cantidad de años, y condujo Mujeres a la hora del té. Sin embargo, fue recordada principalmente por su incursión en el programa Matiné, donde su muletilla "Buenas tardes, lindísima gente" se tornó muy popular. Se retiró definitivamente en 1987, pero en el 2000, a los 86 años, fue convocada nuevamente como columnista de Movete, conducido por Carmen Barbieri. Integró durante muchos años la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina a la que había ingresado en 1950, tan sólo ocho años después de su fundación en 1942, y era una de las pocas sobrevivientes de la primera etapa de esta entidad luego de su creación.
Es considerada una de las pioneras del periodismo como así también una de las periodistas más relevantes de Argentina en los comienzos de la televisión. Falleció, a los 97 años, el 30 de abril de 2011 luego de permanecer varias semanas internada en una clínica porteña.

“Dicen que soy la precursora de los chimentos en televisión. Pero lo que hacía dista mucho de lo que se hace ahora. La gran diferencia es que, en mi caso, no importaba tanto qué decía, sino cómo lo decía. Yo me preocupé por marcar un estilo. Mi éxito radicó en la manera de contar: sin golpes bajos, sin invadir la privacidad del otro, sin lastimar, informando, con un tono coloquial, como de vecina. Voy a decir algo que va a sorprender: a mí el chimento nunca me interesó, pero siempre supe qué era lo que le gustaba a la gente. Y en eso ponía todo: iba a los estrenos, a las filmaciones, veía cómo se comportaban los famosos, cómo se vestían. Pero me quedaba con lo que hacían públicamente... Jamás me metí en camas ajenas como hacen ahora. Nunca tuve relaciones de amistad con los actores. Es más, alguna que otra vez me hice de enemigos. Pero yo hablaba para el público. Ahora, en cambio, veo que los conductores de los ciclos del espectáculo son muy autorreferenciales, con algo de egocentrismo. Y a veces se mueven en función de sus vínculos con los famosos: se pelean, se amigan... es un negocio muy evidente. Lo cierto es que son productos de estos tiempos despiadados, irrespetuosos. De todos modos, no son programas que me devore. Prefiero ver televisión de noche y leer de día. Esa es mi gran pasión. Mi otra gran pasión fue el trabajo, que me hizo rica en otro sentido: soy una mujer pobre que hace malabares para sobrevivir, con la certeza del afecto de la gente que siempre creyó en Valentina. Puse una semilla y germinó. Misión cumplida.”
Tía Valentina al diario Clarín, 5 de septiembre de 1999.

domingo, 29 de abril de 2012

BETTY ELIZALDE: PRECURSORA Y REVOLUCIONARIA DE LA RADIO ARGENTINA

Una de las voces femeninas más reconocidas de la radiofonía argentina en el programa Tiene la palabra:







Fuentehttp://www.tn.com.ar - Blog de contenidos.

sábado, 14 de abril de 2012

A 90 AÑOS DEL NACIMIENTO DE UNA DE LAS CINEASTAS MÁS IMPORTANTES DE ARGENTINA



"Me propuse tratar modestamente, desde mi rincón del planeta, de modificar esta imagen y poner mujeres autónomas, lúcidas, básicamente mujeres libres, para que de esa manera, las que están en la platea puedan identificarse con mujeres que les sirvan de ejemplo para crecer ellas mismas."
María Luisa Bemberg


Directora de cine y guionista argentina que se destacó en temáticas referidas a la emancipación y reivindicación de la mujer.
María Luisa Bemberg nació en la ciudad de Buenos Aires el 14 de abril de 1922, en el ámbito de una familia tradicional ampliamente vinculada a la industria, el comercio y también a las artes. Sin embargo, de acuerdo con los dictados de la época para las niñas, no recibió una educación formal, carencia que compensó con una curiosidad intelectual sin tregua que le permitió adquirir un amplio bagaje intelectual. Se casó a los 22 años con el arquitecto Carlos Miguens y tuvo cuatro hijos. Durante esos años, fue sintiendo cada vez con mayor agudeza que ser solo “la señora de..” le dejaba un gran vacío interior. A pesar de su amor por los hijos no los creía suficientes para su realización personal; como ella misma afirmó, “hay que haber tenido cuatro hijos para saber que no bastan”.
Desde la infancia había mostrado una intensa atracción por lo teatral que la llevó a vincularse, en 1949, al antiguo teatro Smart. Le siguió luego el Astral –donde obtuvo muy buenas críticas–, hasta fundar, junto con Catalina Wolf, el Teatro del Globo. Durante los años que lo dirigió fue adquiriendo una experiencia muy valiosa, tanto en la marcación de actores como en los demás componentes de un espectáculo. El fin de la década de los 60 y los 70 la encuentran, como siempre, inquieta y versátil. Se produce la llegada de los primeros nietos y las primeras incursiones de María Luisa en el cine. Retoma el viejo gusto de narrar historias y escribe el guión de Crónica de una señora, que dirigió en 1971 Raúl de la Torre. Fernando Ayala será luego el director de su segundo libro, Triángulo de cuatro (1975).
Mientras tanto, había comenzado la fuerte militancia de Bemberg por los derechos de la mujer. En consonancia con sus propias búsquedas, abre el camino hacia el debate social al participar de la Unión Feminista Argentina (la legendaria UFA) –de la cual es una de las fundadoras–, y de distintas campañas tendientes a crear conciencia sobre la situación femenina en la sociedad y los roles tradicionales que la limitan como persona. En apoyo de sus ideas filma dos cortometrajes: El mundo de la mujer (1972) y Juguetes (1978). Nunca se había dicho tanto en tan breve tiempo. A poco, estos cortos pioneros se constituyeron en dos íconos cuya vigencia en la actualidad mueve al asombro.
En 1981 rompe una vez más el círculo de limitaciones, erigiéndose nuevamente en una figura precursora. Insatisfecha por el sesgo que le imprimían los directores a sus libros, decide filmar sus propios guiones. Tras pasar por el Actor’s Studio y la enseñanza de Lee Strasberg, se atreve a dirigir su ópera prima. El resultado se llamó Momentos (1981) que, junto con los dos largometrajes anteriores confiados a manos ajenas, conforman una pintura de mujeres de clase media y alta con una existencia “que no eligieron, la heredaron”, al decir de una de sus protagonistas. El eje temático es que estas vidas solo en apariencia son armoniosas. Un suceso, un sentimiento, una infidelidad, las empuja a la transgresión y al replanteo de su ser en el mundo.
En sus siguientes filmes, María Luisa va a universalizar el ansia de autonomía de sus protagonistas, llevándolas a enfrentarse con los poderes constituidos: familia, Estado, Iglesia. En Señora de nadie (1982), en los trágicos amores de Camila O’Gorman y el cura Ladislao Gutiérrez durante los tiempos rosistas (Camila, 1984), en la insensibilidad histórica de la aristocracia terrateniente de los años 30 y 40 (Miss Mary, 1986), la máxima protagonista es la crítica indómita a la sociedad patriarcal.
En lo formal, Bemberg fue imponiendo una estética propia, la “mirada de mujer” con la que había soñado. La crítica reconoce sus méritos: Momentos es premiada en Cartagena y Chicago; Señora de nadie en los festivales de Taormina y Panamá; Camila fue candidata al Oscar de la Academia de Hollywood; Miss Mary recibe los lauros de los festivales Tokio y Venecia. En este último participó también como jurado, así como en los de Chicago, Berlín y Cartagena.
Sin duda, todas las películas de María Luisa contienen rasgos autobiográficos. Pero acaso sea en Yo, la peor de todas (1990), donde lo individual se manifiesta más nítidamente. La vida de Sor Juana que, según la propia cineasta, “fue la primera feminista del continente americano”, no podía sino fascinarla. Rebelde, por momentos iracunda, con un enorme afán de conocimiento y un profundo sentido de la independencia, son cualidades con las que puede definirse tanto a María Luisa como a la monja. Bemberg eligió contar la historia de Sor Juana Inés de la Cruz, inspirada en un ensayo de Octavio Paz, mostrando los celos y envidias que despierta un espíritu libertario tanto como las pujas entre los poderes constituidos. Lo hizo con un estilo despojado, ascético, casi alegórico, con un distanciamiento que le dio a ese retrato profundidad, riqueza y trascendencia. Por ello fue premiada en Chicago, Cartagena, Venecia y La Habana.
El último filme de María Luisa fue De eso no se habla (1994). Si bien conserva el sello Bemberg, hay un notorio cambio de registro en esta narración sobre los amores de un extranjero con una enana. Deja aquí la narración literal y opta por la vía de la metáfora, lo onírico, la sátira, dentro de un cuadro costumbrista magistralmente recreado.
Nunca dejó de ser una trabajadora infatigable. Ya enferma, encontró la energía suficiente para dar forma a su último guión, El impostor, cuya realización no pudo llegar a ver.
Dos meses antes de su deceso, ocurrido el 7 de abril de 1995, María Luisa Bemberg tuvo un gesto de enorme generosidad: entregar al Museo Nacional de Bellas Artes su pinacoteca personal –donación concretada a través de sus hijos–. La colección de veintisiete obras de maestros rioplatenses, elegida con amor y sabiduría a lo largo de los años, muestra la misma sensibilidad, la misma exquisitez, la misma excelencia que siempre reflejó en su producción cinematográfica.
Leonor Calvera.

Guiones:
 1971 Crónica de una señora basada en la obra teatral La margarita es una flor.
1975 Triángulo de cuatro producida por Héctor Olivera y dirigida por Fernando Ayala.
1972 El mundo de la mujer.
1978 Juguetes.
1981 Momentos con la colaboración con Marcelo Pichón Rivière.
1982 Señora de nadie.
1983 Camila con la colaboración de Beda D´Ocampo Feijoó y Juan Bautista Stagnaro.
1986 Miss Mary con la colaboración de Jorge Goldenberg
1990 Yo la peor de todas con la colaboración de Jorge Goldenberg y Antonio Larreta. Basada en el libro de Octavio Paz sobre la vida de Sor Juana Inés de la Cruz
1992 De eso no se habla con la colaboración de Jorge Goldenberg. Basado en el cuento homónimo de Julio Llinás.
1994/1997 El impostor en colaboración con Jorge Goldenberg y Alejandro Maci. Basado en el cuento El impostor de Silvina Ocampo.

Cortometrajes:
  • El mundo de la mujer (1972)
  • Juguetes (1978)
Largometrajes:
  • Momentos (1981)
  • Señora de nadie (1982)
  • Camila (1984)
  • Miss Mary (1986)
  • Yo la peor de todas (1990)
  • De eso no se habla (1993)
PREMIOS:
Triángulo de cuatro
1975 Premio Argentores al mejor guión: Sociedad Argentina de Escritores.
Juguetes
1978 XXVI Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Momentos
1981 Mejor ópera prima: Asociación Cronistas de la Argentina.
1981 Mejor película: Cine Club Colpuertos. XXI Festival de Cartagena, Colombia.
1981 Segundo premio a Graciela Dufau por mejor actriz protagónica: XVIII Internacional Film Festival Chicago.
Señora de nadie
1982 Mejor guión: Sociedad Argentina de Escritores.
1982 Mejor interpretación femenina y masculina: festivales de Taormina y Panamá XXVIII.
Rassegna Cinematografica Internazionale di Messina e Taormina.
Camila
1984 Mejor film extranjero: London Film Festival.
1984 Festival de Biarritz du Film Iberique et Latino American.
1984 Cambridge, England. The International Who’s Who of Intellectuals.
1984 Mejor interpretación femenina: Mezionarodné Filmony, Festival Karlovy Vary, Checoslovaquia.
1984 Best Foreing Language Film of 1984: Nominated for an Academy Award of Merit for outstanding achievement.
1987 A María Luisa Bemberg: Incontre Internazionali del Cinema.
1987 Tokio International Film Festival.
1994 Regione Campania. Ente Provinciale per el Turismo. Napoli Internationali del Cinema.
Miss Mary
1986 Mejor film: 43 Festival de Cine de Venecia.
1987 Tokio International Film Festival.
1987 Festival de Grecia.
Yo, la peor de todas
1990 Premio Caracol Internacional: La Habana, Cuba.
1990 Méritos y Contribución al Arte Latinoamericano. Diploma de Honor: American Film Festival Foundation y la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos, Washington.
1990 Festival de Cine Huelva 1990. Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía.
1990 Premio Asecan a la mejor película: Festival de Cine Iberoamericano, Huelva.
1990 Organisation Catholique Internationale du Cinéma et de L’Audiovisuel a deceme.
1990 IV American Film Festival, Washington. John F. Kennedy Center.
1991 7eme Festival de Films le Videos de Femmes, Montreal. En collaboration avec Alcan.
1992 Mejor película: XXXI Festival Internacional de Cine de Cartagena.
1993 Premio Prensario.
1994 Mejor adaptación: Asociación Cronistas de la Argentina.
1994 Premio Especial del Jurado, India Catalina: XXXIV Festival Internacional de Cine de Cartagena.
De eso no se habla
1994 II Festival de Cine Latinoamericano Paso del Norte, Juárez, Chihuahua, México.
1994 Festival Internacional del Nuevo Cine de Latinoamérica, La Habana, Cuba.
1991 Diploma al Mérito a María Luisa Bemberg. Mejor guionista de espectáculos: Premios Konex.
1992 Mejor director: Asociación Cronistas de la Argentina.
1995 Declarada Personalidad emérita de la cultura argentina, Secretaría de Cultura de la Nación.
1995 Premio Centenario del cine Louis Lumière, Fondo Nacional de las Artes, Argentina.
2001 Premio Konex de Honor.


Fuente: http://www.marialuisabemberg.com

sábado, 7 de abril de 2012

EL RECUERDO DE UNA GRAN ESCRITORA: VICTORIA OCAMPO


"Tengo mucho amor dentro de mí, pero también estoy borracha de fuerza intelectual y libertad, y la verdad es la forma palpable de la libertad.
Nunca en la vida podré resignarme a abdicar mi personalidad."
Victoria Ocampo


Con un profundo conocimiento cultural y un amor por las letras que trascendió más allá de su desaparición física, Victoria Ocampo logró en su vida llevar adelante todas las empresas que se había propuesto, convirtiéndose no sólo en escritora, sino también en ensayista, traductora y una de las intelectuales más destacadas de nuestro país.
Muchos la recuerdan sobre todo por haber sido la fundadora de la mítica revista Sur, medio que en poco tiempo se transformó en uno de los de mayor influencia en el ámbito literario, con colaboraciones realizadas por autores tales como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Ernesto Sábato y Julio Cortázar, por nombrar sólo algunos.
La escritora nació el 7 de abril de 1890 en la ciudad de Buenos Aires, y fue bautizada con el nombre de Ramona Victoria Epifanía Rufina Ocampo.
Tuvo la fortuna se crecer en el seno de una familia argentina acomodada, siendo su padre el ingeniero Manuel Ocampo y su madre Ramona de Aguirre de Ocampo, ambos pertenecientes a la aristocracia porteña.
Por eso motivo seguramente, Victoria tuvo una infancia y adolescencia en las que se pusieron de relieve las tradiciones familiares y las buenas costumbres, además de poder acceder a una excelente educación, y nutrir sus capacidades desde muy pequeña.
Recibió toda su educación de manera particular y domiciliaria, y siempre demostró ser una joven inteligente y capaz, que gustaba sobre todo de la lectura y de la escritura creativa.
Si bien no se conocen demasiados datos de su adolescencia, se sabe que durante su primera juventud debió enfrentarse al fantasma de la muerte, cuando murió su hermana Clara.
Al cumplir su mayoría de edad, Victoria Ocampo comenzó a desarrollar lentamente una personalidad y una ideología feminista, que en definitiva marcaría toda su obra.
Por aquella época, la joven bailaba tango, andaba a caballo, usaba pantalones, maneja autos y solía bañarse en las playas públicas de Mar del Plata, todo esto a pesar de la mirada inquisidora de sus pares y familiares.
Tengamos en cuenta que en esa época, las mujeres que solían realizar ese tipo de actividades no eran bien vista por la sociedad.
En medio de toda la controversia generada por su personalidad y actitudes, llegó el amor a la vida de Victoria, y decide casarse en el año 1912 con Luis Bernardo Mónaco de Estrada, un destacado profesor universitario.
Pero el idilio amoroso no duró demasiado, y durante la luna de miel que la pareja vive en Europa comienzan a surgir fuertes asperezas que darán como resultado el quiebre de la relación, y que posteriormente Victoria comience una relación extramatrimonial con Julián Martínez Estrada, primo de su marido.
Después de ocho años de mantener una relación matrimonial que muchos consideraron ficticia, finalmente Victoria decide independizarse y mudarse sola a un departamento, lugar que también sirvió de encuentro para la relación que mantenía con Julián, que según las propias palabras de la escritora fue el gran amor de su vida.
Paralelamente, en el mes de mayo de 1920, Victoria inicia lo que se convertiría en una carrera brillante, con la publicación de su primera nota para el diario La Nación, titulada “Babel”, donde la escritora ponía de manifiesto las diferencias entre los seres humanos y las desigualdades de género.
Luego llegaría la publicación de su primer libro, titulado “De Francesca a Beatrice” y que fuera publicado en el año 1924 y comentado por su amigo José Ortega y Gasset dentro de una edición de la prestigiosa Revista de Occidente.
Durante sus reiterados viajes al exterior, Victoria Ocampo tuvo la posibilidad de conocer a destacados artistas tales como Hermann Graf Keyserling, Eduardo Mallea, Waldo Frank, Jacques Lacan, Ramón Gómez de la Serna, Leo Ferrero, Sergéi Eisenstein, entre otros.
A su regreso, la escritora comenzó a definir uno de los más significativos proyectos de su vida, la creación de la revista Sur, destinada a difundir todo lo que estuviera relacionado con la cultura, y cuyo primer número fue publicado el 1 de enero de 1931.
Rápidamente la publicación se convirtió en uno de los medios más importantes del país, no sólo influyente en el ámbito de la cultura, sino también en el campo político con una clara tendencia antiperonista, a partir de la llegada al poder del General Juan Domingo Perón. La revista se mantuvo en circulación durante cuatro décadas.
Cabe destacar que su participación política en el país era realmente activa, participando en diferentes movimientos intelectuales y antifascistas y siempre criticando duramente al peronismo, ya que consideraba que el gobierno del General Juan Domingo Perón era antidemocrático.
Gracias a su actividad constante, en el año 1936 Victoria Ocampo fue elegida para ocupar el cargo de Presidente de la Unión de Mujeres Argentinas, cuyo fin era luchar para obtener la reforma de la ley que establecía los derechos de las mujeres casadas.
Tres años antes, precisamente en 1933, Victoria se entera de la muerte de su marido, y a partir de allí decide comenzar a redactar los textos que luego serían publicados en la revista Sur a través de la columna denominada “Testimonios”.
Su militancia política no se detenía, y por supuesto utilizaba su revista para denunciar al peronismo y presentar permanentemente su oposición al gobierno. Esto la llevó a la cárcel en el año 1953, cuando había cumplido 63 años, siendo acusada de almacenar en su casa de Mar del Plata un completo arsenal que sería utilizado por los enemigos del régimen peronista.
La mala situación económica del país para el año 1955, puso a Victoria Ocampo en un momento difícil, y debido a la gran inversión que había realizado para su revista Sur, se encontró ante la obligación de llevar una vida más humilde, sin los lujos a los que estaba acostumbrada, rozando prácticamente con la quiebra.
Mientras tanto, Victoria no sólo se mantuvo al frente de la dirección de la revista Sur, sino que además produjo una gran cantidad de obras, entre las que se encuentran “La laguna de los nenúfares”, “Domingos en Hyde Park”, “Le Vert Paradis”, “Lawrence de Arabia y otros ensayos”, “Tagore en las barrancas de San Isidro”, “La bella y sus enamorados”, “Diálogo con Borges”, “La mujer y su expresión”, entre otros, y por supuesto su autobiografía publicada en distintos tomos a lo largo de casi diez años.
Al cumplir los 88 años de edad, después de haber padecido un cáncer de paladar, el 27 de enero de 1979 Victoria Ocampo exhaló su último respiro en su adorada habitación de la Villa Ocampo.

VILLA OCAMPO: ESCENARIO DE LA CULTURA

Villa Ocampo es una casona inaugurada en 1891. Su arquitecto fue Manuel Ocampo, padre de la escritora. La familia solía frecuentarla durante el verano. La propiedad pertenecía a una de sus tías abuela, Francisca. De estilo franco-victoriano, está rodeada por un amplio parque con diversas especies de árboles y una pronunciada barranca al río.
Con el deceso de su padre, sus hijas heredaron la casa pero continuó siendo utilizada como residencia de veraneo por 11 años más, hasta 1941, cuando la escritora se trasladó definitivamente ahí. También tenía otra vivienda, llamada Villa Victoria, que se encuentra en Mar del Plata. Otra de sus propiedades, situada en Palermo Chico, fue considerada la primera casa de estilo racionalista en Buenos Aires y uno de los ejemplos más representativos del modernismo en Argentina. Villa Ocampo fue remodelada por la escritora intercalando el estilo antiguo con el moderno respectivamente.
La casona se convirtió en un sitio de recepción para los intelectuales de todo el mundo que visitaban Argentina o eran invitados por la propia Ocampo, como Albert Camus o Graham Greene. Roger Caillois permaneció como huésped durante cuatro años y entre otros, fueron recibidos Arnold Walter Lawrence, el escritor estadounidense Waldo Frank, la directora de la Residencia de señoritas de Madrid María de Maetzú, el director de la sección española de Columbia University Federico de Onís y Denis de Rougemont.
Actualmente, la propiedad funciona como museo y se llevan a cabo diversas actividades como visitas guiadas, exposiciones, muestras de arte, obras teatrales y en algunas ocasiones, conciertos organizados por la Asociación Amigos de Villa Ocampo. Entre las múltiples habitaciones, se puede apreciar una biblioteca con unos 12.000 volúmenes -de los cuales 5.000 son en francés, 3.500 en inglés y 3.000 en español-, 200 fotografías (varias de ellas con dedicatoria) y, en otras salas, costosos retratos, esculturas, muebles antiguos y tapices. En 2003, la vivienda, hallada en Béccar, sufrió un incendio producto de la explosión de una garrafa y aproximadamente un mes después, padeció un asalto. A pesar de la pérdida de varios libros que resultaron dañados, se pudo restaurarla. El hecho de los accidentes provocó un enfrentamiento entre la Fundación Victoria Ocampo, la Asociación de Amigos y la UNESCO. En 2007 se representó una exposición con obras del pintor sanisidrence, Pridiliano Pueyrredón (pariente de Victoria). Y en el mes de octubre de 2008, se montó una muestra sobre Antoine de Saint-Exupéry, el escritor de El Principito, quien visitara a la escritora décadas anteriores.

Fuente: http://www.portalplanetasedna.com.ar/ocampo.htm